Un problema común en el cabello es la aparición de dermatitis seborreica o pelo graso, lo que puede generar ciertas dudas a la hora de someternos a un injerto capilar u otro tipo de tratamientos.
Antes de realizar algún tipo de implante o tratamiento capital, los expertos deben asegurarse de que no estemos sufriendo ningún brote severo de dermatitis seborreica o que no estemos ante un caso de alopecia seborreica. Realizar consultas a un dermatólogo experto en la materia es muy aconsejable si tenemos pensado realizar una intervención de trasplante capilar, ya que también podrá aconsejarnos sobre la mejor época del año para planificar la intervención.
El problema de la dermatitis seborreica
Para comprender este tipo de problema lo primero será saber exactamente qué es la dermatitis seborreica y qué la ocasiona. Generalmente, la dermatitis seborreica tiene el origen en una alergia al hongo malassezia furfur.
Este es un hongo que habita en la piel del cuero cabelludo y que propicia una mayor generación de sebo en aquellas personas que tienen tendencia al cabello graso, un exceso de producción por parte de las glándulas sebáceas. Cuando se genera este exceso de grasa y se une a la sequedad de la piel causada por el hongo anteriormente descrito se produce la descamación.
Se denomina descamación al desprendimiento de la piel, que se puede presentar de diferentes maneras. Cuando el desprendimiento se produce en fragmentos pequeños de piel se denomina comúnmente cómo caspa, en otras ocasiones se produce con porciones de mayor tamaño con un aspecto que recuerda a las escamas y que permanecen sujetas al cuero cabelludo hasta el desprendimiento total y por último puede ocurrir que tomen un color blanquecino o amarillento producido por el exceso de producción de sebo.
Para combatir la dermatitis seborreica existen diferentes tratamientos, champús y productos especiales que mejoran la situación durante los brotes severos o mantienen reducidos los efectos. Aún así, no existe una cura definitiva y es algo que se debe cuidar a lo largo de toda la vida. Cuando se realizan los tratamientos correctos se puede llegar a una situación de control total con efectos casi imperceptibles, pero si no se hace nada al respecto se puede generar una alopecia seborreica.
Qué es la alopecia seborreica y su posible tratamiento
Si la dermatitis seborreica no se trata ni se utilizan los productos adecuados esto puede producir una debilitación del cabello y la consecuente alopecia generada por el exceso de sebo en la raíz, haciendo que se caiga el pelo. El cabello empezaría a perder fuerza y grosor hasta caerse finalmente, aunque este tipo de alopecia parece que sí tiene cura si se pone remedio.
Cuando están controlados los síntomas de una dermatitis seborreica, el pelo vuelve a crecer y toma su cuerpo y forma originales. Nuestro cabello y su calidad de vida debería de mejorar con cada día que transcurre, siempre que se mantenga el tratamiento adecuado.
El pelo caído generalmente no tiene afectada la raíz, el cuero cabelludo o los bulbos pilosos, por lo que es muy probable que se recupere el pelo, sería alarmante si pasadas semanas no hay síntomas de mejoría, en cuyo caso se debería consultar con un dermatólogo especialista para saber si estamos haciendo algo mal o el diagnostico no ha sido del todo correcto.
Deberemos de combatir de por vida esta afección que se manifiesta de manera constante y se puede agravar en brotes más agudos en determinadas épocas del año, así que encontrar el tratamiento más adecuado para cada caso ayudará a tener las herramientas necesarias y mantener controlada la situación.
Qué es el sebo y porqué surge el pelo graso
En nuestro cuero cabelludo se encuentran las llamadas glándulas sebáceas, que son las responsables de formar el sebo o grasa capilar. El bulbo piloso que está en el interior de la piel produce sebo constantemente para protegernos de los agentes externos dañinos e hidratar el pelo. Cuando se altera la producción normal de sebo por cualquier tipo de agente, alergia o circunstancia se pueden producir algunas afecciones como el exceso de sebo, la caspa o la seborrea.
El pelo graso surge de una falta de control sobre un exceso de producción de sebo, y se detecta que hay alguna alteración cuando el cabello se apelmaza, tiene un brillo ligeramente apagado y hay cierta dificultad para peinarlo.